El periódico alemán “Handelsblatt”
ve el problema de los parados en España principalmente en las
estructuras del mercado de trabajo cuyas raíces están en la época
franquista.
Si miramos los cambios de las leyes y
sus fechas vemos que la primera gran reforma tuvo lugar en 1984. En
este año, el número de parados llegó al 20% y forzó a los
políticos a cambiar las leyes. Se quería facilitar a las empresas a
reaccionar flexiblemente a las exigencias de los cambios en los
mercados.
En 1994 se buscaban cambios para luchar
contra la inflación y al mismo tiempo se reducía el uso de trabajos
temporales a los que verdaderamente eran “por obra y trabajo”. Al
mismo tiempo se limitaban las indemnizaciones por cese del contrato
de trabajo.
En 2001/2002 la política quería
encaminar su estratégica de más contratos a tiempo ilimitado,
castigando sobre a los que ofrecían trabajo por un tiempo inferior a
7 días. También hubo cambios para la continuación de los pagos de
sueldos después de un juicio ganado.
En 2006 la reforma tenía la meta de
fomentar más trabajos a tiempo ilimitado.
En 2010/11 el Gobierno busca una nueva
adaptación de las indemnizaciones. Se introducían nuevas medidas
activas para el mercado del trabajo asi como la copia alemana de
“Kurzarbeit”, esto significa el cese temporal de las horas de
trabajo regulares por falta de trajabo. También puede haber una
reducción de sueldo.
Lo que se ve en el transcurso de los
años de la época franquista hasta hoy, es que el Estado ha querido
reaccionar a las necesidades del mercado del trabajo. También se
puede ver por los cambios desde 1994 hasta hoy que realmente han
sido reacciones sin haber cambiado las reales exigencias del mercado
con medidas aptas para llegar a una real competividad del mercado
español a las exigencias de la situación europea y mundial.
La OECD exige de España desde hace
años más flexibilidad en cuanto a los contratos de trabajo y las
indemnizaciones que hoy en día son un anacronismo.
Pero lo que España desde la epoca
franquista ha olvidado de hacer es la creación de nuevas estructuras
en sus empresas.
La España de hoy todavía es
principalmente un país de turismo, de servicio y de hortaliza. En
relación con “el ladrillo” ya hemos viso los problemas de las
“monoculturas”. El problema es fundamentalmente político y
mientras estén en el poder los que piensan en categorías
“históricas” con su autodefinición de lo que es un político,
este país no va a ser un país con estructuras sanas, con
trabajadores bien formados, con empresas que tengan futuro.
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Und übrigens bin ich der Meinung, dass unfähige Politiker Krisen verursachen.
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